Diseño · 24 de febrero de 2005

Y ya llega la moda retro de invierno

Con casi 40 grandos de calor en Buenos Aires y hay vidrieras con la ropa de invierno, creo que más la miro y más calor me da, pero mejor explica la tendencia de invierno Por Carmen Acevedo Díaz, ne su nota para La nación.

a en ejercicio casi efectivo (hay quienes aun con temperaturas de 30°C o más se entusiasman comprando ropa de invierno ni bien asoma en las vidrieras) o imaginario, la moda de la próxima temporada pinta bien retro. Tanto que convendrá andarse con cuidado para no quedar atrapada en la copia literal de los años 40 y 50, por ejemplo, que figuran entre los más recordados del momento.

Si hasta la mañanita tejida y la miniestola de piel, a veces con cinta para rematar en moño, estarán a disposición de quienes se presten a jugar por un rato a la mujer muy de su casa de esos tiempos, capaz de tejerse ella misma el modelito y de tejerle todo a sus chicos, que por la noche puede mutar a diva recatada: en camino hacia una comida paqueta, vestido ceñido, de largo sobre la rodilla, con algún otro detalle sugestivo, sea un ruedo con varias capas, un escote hasta ahí o alguna transparencia, prudente, eso sí. En cualquier caso, aunque en diferentes materiales, la cartera breve colgada de la muñeca es el acompañamiento sugerido aunque, cierto, no muy funcional.

Con cambio de humor, el recato hiperfemenino y algo estereotipado de entonces podrá dar paso a la chica de los años 70, la de las botas ya no rosas, pero sí muy altas, con ganas de ir a trotar en su corcel. El look hípico es otro de los temas que asoma en versión clásica o hippie-chic, al igual que la impronta galesa y escocesa, estampas que vuelven en todos los calibres en ropa de día, y de noche: un top en cualquiera de esos motivos se combinará tranquilamente con una pollera de taffeta, o una importante pollera de lana de impronta New Look con esos dibujos podrá llevar debajo varias capas de encajes paquetones, para dejarlos ver, por supuesto.

Y si alguien quiere más, más tendrá: los años 80, sin ir más lejos, con la inspiración Joan Collins lista para descolgarse del ropero a puro brillo y animal print. En suma, la suma de todo en composiciones diferentes y una constante interesante, el mix de texturas, lo más nuevo del antes que es ahora.