Johannes Gutenberg Nace en Maguncia Alemania y fallece el 3 de febrero de 1468 en Alemania
La Biblia de 42 líneas fue el primer libro impreso por Gutenberg. Tenía más de 1.200 páginas, divididas en dos columnas de 42 líneas cada una, de allí el nombre. Se trata de un prodigio de belleza tipográfica: las letras eran de tipo gótico, parecidas a las de los manuscritos medievales. Además, la regularidad de las letras, de los espacios en blanco y el ancho de las columnas es asombrosa para una obra terminada en 1455. La primera edición de esta Biblia tuvo un traje de 120 ejemplares. Actualmente se conservan 46 ejemplares de la obra, auténticos tesoros que alcanzan un valor incalculable.

Además de la Biblia de Gutenberg, se calcula que en el periodo comprendido entre 1450 y 1500 se imprimieron más de 6.000 obras diferentes. El número de imprentas aumentó rápidamente durante esos años en Alemania. En Italia, la primera imprenta se fundó en Venecia en 1469 y hacia 1500 la ciudad ya contaba con 417. En 1476 la imprenta llegó a Inglaterra de la mano de William Caxton; en España, Arnaldo de Brocar compuso una Biblia Políglota en seis tomos entre 1514 y 1517.
La venta de aquellos dias hoy
No se conoce con exactitud la fecha en que comenzó la venta de los primeros documentos tipográficos. Una opinión generalizada apunta al llamado Calendario astronómico, cuya fecha de edición es 1498. También se conservan do bulas papales caracterizadas con los cánones tipográficos y compositivos empleados por Gutenberg. Su publicación fue establecida entre 1452 y 1455. En cuanto a los tirajes de la época, se sabe que la impresión de 300 ejemplares era bastante para el siglo XV.
Luego de los tipis moviles, jamas se paro de imprimir.
A partir de 1800, coincidiendo con los inicios del periodismo masivo y la paulatina profesionalización del mercado editorial, los procedimientos de impresión registraron sus mayores avances. Es la época de los métodos de impresión directa. Los talleres comienzan a trabajar con las técnicas del huecograbado, el relieve y la litografía, que agilizan la composición y dan carta de naturalización al concepto de artes gráficas. Paralelamente, los sistemas de producción se modernizan con la irrupción de la imprenta a vapor, las rotativas y la linotipia. La mejora de estos procesos se consolida a principios del siglo XX con el offset. Con la aparición de las primeras máquinas de fotocomposición, en la década de 1950, el color se hace presente en las páginas. La revolución informática de fines del siglo XX aporta la naturalización. Actualmente, la palabra impresa en papel convive con su versión virtual («impresa» en pantalla).